Los tatuajes son populares y la gente se los hace por una multitud de razones. Pues bien, antes de que finalmente tomes la decisión de «entintar» tu piel, vale la pena comprender todos los riesgos potenciales. Por eso, a continuación veremos los riesgos y precauciones de los tatuajes.
Peligros latentes
Si ya has decidido hacerte un tatuaje, los especialistas sugieren que solo acudas a un tatuador profesional. Es importante tener en cuenta que pueden surgir complicaciones graves si los instrumentos están mal esterilizados o si no se utilizan correctamente. Y siempre verifica que el salón de tatuajes sea higiénico y limpio.
Entre los riesgos, puede ocurrir la transmisión de infecciones graves como el VIH y la hepatitis, así como reacciones alérgicas. Lamentablemente, muchas personas no consideran estos peligros de antemano. El tatuaje implanta gránulos permanentes de pigmento debajo de la piel. Entonces, además de los peligros habituales, como el VIH y otras infecciones transmitidas por la sangre, vemos otras complicaciones que se podrían experimentar después de hacerse un tatuaje.
Entre los riesgos más frecuentes es que seas alérgico a la tinta. Es probable que en primera instancia notes que el tatuaje se llena de baches y que el color se empieza a desvanecer. Quizá, al usar una crema antiséptica solo empeora. En los casos más graves, los médicos tendrán que extirpar quirúrgicamente la tinta para evitar las reacciones alérgicas severas que podrían surgir.
Pues bien, los pigmentos clásicos y sus productos de degradación utilizados en el tatuaje, como los pigmentos a base de dicromato (verde), cobalto (azul), cadmio (amarillo) y sal de mercurio (rojo) son responsable de este tipo de reacciones alérgicas derivados de los tatuajes permanentes. Cuando se introduce una sustancia extraña en la piel, puede provocar una respuesta tóxica o inmunológica. Esta reacción puede ocurrir poco después de hecho en tatuaje o años después.
Peligro latente de cáncer de piel
A veces, se promueve el uso de tatuajes para cubrir imperfecciones en la piel, como los lunares. En esos casos, puede ser que la tinta del tatuaje oculte cambios en los lunares, lo que dificulta su evaluación. La tinta también puede pasar a los tejidos subyacentes y parecerse a la propagación del melanoma metastásico. La terapia de eliminación con láser es problemática si tiene lunares porque los láseres rompen el pigmento del tatuaje. De hecho, no solo rompen el pigmento dentro del tatuaje, sino que también puede romper el pigmento dentro de un lunar sospechoso, lo que dificulta la evaluación del lunar.
Si aún deseas tener un tatuaje, asegúrate de hacérselo en una piel que no tenga lunares ni marcas de nacimiento. En su defecto, pídele a tu médico que revise cualquiera de los lunares antes de que te tatúes.
Además, los tatuajes pueden interferir con la forma en que suda la piel. En comparación con la piel sin tinta, cuando ha sido tatuada libera alrededor de un 50 % menos de sudor. Por supuesto, esto también se traduce en un riesgo para la salud. Entonces, la única forma de evitar cualquiera de estos riesgos es evitando los tatuajes.